El Congreso Norteaméricano acaba de aprobar una importante ley para abordar el reto del calentamiento global. Por primera vez, nuestro vecino marca un límite a la cantidad de emisiones de carbono que serán toleradas en su industria, y se establece un mecanismo de mercado (cap and trade) para que quien de verdad quiera contaminar, pague un precio justo por ello.
Este esfuerzo prepara la mesa para la próxima reunión de diciembre en Copenhagen, donde la comunidad internacional acordará el sustituto del “Protocolo de Kyoto”. Todos los que vieron “una verdad inconveniente” saben lo que está en juego. Los demás son avestruces.
Mientras tanto en México, algunos candidatos a diputado federal (que conocieron personalmente a Al Gore) tienen sus propias ideas sobre como como abordar la amenaza del calentamiento global.